-porqué a mi- pienso.- ¿porqué?!-
Sigo caminando y la lluvia no para, concentrada en llegar a la casa no veo el charco y patino pero nada me duele. Abro los ojos y veo a un chico agarrándome de la cintura para que no me caiga. Me quede viendo sus ojos y el los míos. Por un segundo todo fue paz.
-¿estás bien?- me pregunta
-Sí, gracias-
El me suelta y se va caminando y me deja sola, pero lo veo volver y me pregunta:
- ¿Te puedo preguntar cuál es tu nombre?-
-Micaela-
Pensé que me iba a decir su nombre pero en ves de eso se larga. Sigo el camino algo decepcionada pero al fin llegue a la casa de mi abuela. Toco la puerta y ella me abre y me ofrece una manta y entro a la casa y por curiosidad me pregunta porque había tardado tanto y yo le respondo:
- Te lo contare luego-
Miro por la ventana y ahí estaba él, el chico al que había conocido
No hay comentarios:
Publicar un comentario